Información básica

El maní es un cultivo anual que se adapta mejor a suelos arenosos o franco arenosos profundos, de pH 5 - 6,5 con clima templado a cálido, una larga temporada de crecimiento y requerimientos de lluvias moderadas.
La densidad de plantación varía según las regiones 120.000-150.000 plantas/ha, el espacio entre surcos es de 52 cm. Un buen cultivo requiere un adecuado control de malezas y de un programa de control de enfermedades foliares. El rendimiento alcanzable es alrededor de 6000-7500 kg/ha.
Pueden desarrollar nódulos, que ayudan a fijar el nitrógeno en el aire. Esto puede suministrar hasta dos tercios de las necesidades del cultivo durante todo su período de crecimiento.

Descripción detallada

El maní es uno de los cultivos que puede satisfacer parcialmente sus propias necesidades de nitrógeno; por lo tanto, se considera que es insensible a la fertilización. La fertilización es generalmente beneficiosa en los suelos de baja fertilidad, a los que se pueden agregar un fertilizante arrancador a base de fósforo como EasyStart^®. El fertilizante puede aplicarse al mismo tiempo que la siembra en la línea.

El maní también requiere calcio y los oligoelementos molibdeno y boro. Este cultivo tiene una gran capacidad de absorción de nutrientes provenientes de los fertilizantes, también, el sistema de raíces, los clavos, los frutos jóvenes y las hojas absorben los nutrientes directamente. Al igual que otros cultivos necesitan diferentes cantidades de fertilizante en diferentes etapas de crecimiento.
La cantidad de nutrientes necesarios en la etapa de emergencia es menor, y la cantidad de N, P y K absorbida sólo representa el 5-10 % de la cantidad total absorbida durante todo el ciclo. La cantidad de nutrientes absorbidos durante la etapa de floración aumenta bruscamente, y la absorción de nitrógeno representa el 17 %, la de fósforo el 22,6 % y la de potasio el 22,3 % de la absorción total durante todo el ciclo.
La etapa de clavado es el período más vigoroso para el crecimiento vegetativo y reproductivo del cacahuete. Se forman un gran número de vainas y es también el período en el que más nutrientes se absorben. La absorción de nitrógeno representa el 42 % de la absorción total durante toda la vida, el fósforo representa el 46 % y el potasio el 60 %. La capacidad de absorber nutrientes disminuye gradualmente en la etapa de madurez del fruto completo, la absorción de nitrógeno representa el 28 % de la vida total, el fósforo el 22 % y el potasio el 7 %.
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