La buena condición de la soja es clave desde el inicio de la siembra, por eso recomiendan tomar decisiones estratégicas utilizando productos biológicos***
La coyuntura climática complicada, caracterizada por marcadas variaciones térmicas, riesgo de heladas y ausencia de precipitaciones, sumada a precios de los fertilizantes que se dispararon a nivel global, ponen al productor “a la defensiva”.
“El ciclo estival arrancó con muchas variaciones de temperatura. Estamos pasando de jornadas muy cálidas a otras muy frías, y cada vez está más firme un pronóstico de La Niña que hace temer un escenario de sequía para los próximos meses”, subraya el técnico Mauricio Castillo.
De este punto de vista, Castillo pone el foco en el manejo y en las decisiones basadas en productos químicos estratégicos, como los bioinsumos.
Por ello, hay aspectos del manejo muy importantes que se deben conseguir para un cultivo fuerte.
Entre ellos, el técnico destacó un rizósfera sana -libre de patógenos-; que el cultivo genere lipopéptidos con características fungitóxicas; promover el crecimiento radicular e inducir respuesta sistémica en las plantas y prepararlas frente a situaciones de estrés.
De esta forma, Castillo, quien es gerente de Marketing y Desarrollo de COMPO EXPERT, recomienda los nuevos productos microgranulados de la compañía como “Easy Start” para el cultivo de soja, que asegura el arranque del cultivo con dosis que eficientizan la nutrición y logística de la siembra.
Además, aconseja los productos multipropósito como Vitanica RZ (formulado en base del alga marina Ecklonia máxima) que posee nitrógeno y potasio en su formulación y está acompañado por un ingrediente clave: la bacteria Bacillus amyloliquefaciens cepa R6-CDX.
“Si tenemos en cuenta estos beneficios, más una fertilización equilibrada de nitrógeno y potasio junto a la estimulación producida de Ecklonia máxima, es un combo ideal para enfrentar todas estas situaciones que pueden ponerse en contra en la campaña y afrontarla mejor”, menciona Castillo.
Vitanica RZ
Se trata de un producto líquido que viene en presentación de 10 litros y tiene dosis variables dependiendo de cómo sea su uso, para el caso de soja es de 1 litro/hectárea en aplicaciones foliares y 0,5 litros en tratamiento de semilla cada 100 kilos.
“Ya lo hemos probado con éxito en cultivos intensivos, y ahora la idea es lanzarlo en soja lo antes posible”, afirma Castillo.