Wine grapes close up

Uvas de vinificación

Nuestro objetivo es proporcionar soluciones y herramientas para una fertilización equilibrada e integrada, suministrando todos los nutrientes

Información básica

El potencial cualitativo de la uva puede lograrse mediante niveles moderados de vigor y rendimiento. Por lo tanto, los mejores terruños se encuentran en suelos menos fértiles, con pendientes y buena orientación al sol.
Los sistemas óptimos de ordenación se definen mediante una combinación de diferentes parámetros. Estos incluyen la densidad, que varía según el clima del viñedo, los rendimientos deseados, la orientación, el método de espaldera así como el tipo de poda.
Las necesidades de nutrientes de la vid son bajas, en particular de fósforo y nitrógeno.
Para asegurar una buena calidad de la uva, el vigor de la vid tiene que ser limitado y, como resultado, hay que aceptar un rendimiento moderado.

Wine grapes production v

Programa de etapas de cultivo
Instrucciones importantes de uso: Si se mezclan varios productos mientras se utiliza nuestro producto, pueden producirse efectos recíprocos imprevistos. No es posible prever todas las condiciones que pueden darse en la práctica (por ejemplo, la temperatura, el tipo de agua, los agentes de protección de los cultivos). Por lo tanto, se recomienda encarecidamente probar primero la compatibilidad y la aplicación de los productos previstos en pequeña escala. Se declina toda responsabilidad por los daños que puedan derivarse de las interacciones basadas en mezclas - especialmente - con otros productos, agentes de protección de cultivos, productos fitosanitarios o fertilizantes y/o de condiciones inusuales (temperatura, tipo de agua, etc.). En caso de duda y para obtener información sobre los datos de aplicación, póngase en contacto con su proveedor local, visite nuestro sitio web: www.compo-expert.com o póngase en contacto por correo electrónico: info@compo-expert.com.

Descripción detallada

El nitrógeno es necesario para el crecimiento de la vid, pero sólo en pequeñas cantidades. Un exceso de nitrógeno puede ser perjudicial para la calidad de la uva, ya que el nitrógeno promueve la producción de proteínas en detrimento de los compuestos fenólicos, en los que se basan los sabores. Un suministro de nitrógeno al suelo de unos 30 - 50 kg/ha/año, dependiendo de la variedad y el método de cultivo, puede cubrir las demandas de nitrógeno del cultivo. También se puede considerar el uso de pulverizaciones foliares.
El fósforo desempeña un papel importante en el desarrollo vegetativo de la vid. La presencia de micorrizas y otros microorganismos a nivel de las raíces permite una buena utilización de las reservas de fósforo del suelo.

Es preferible aplicar al suelo un suministro anual de mantenimiento de fosfatos de unas 15 a 20 unidades/ha. El potasio influye en el metabolismo de la vid, así como en la acidez. Los picos de demanda se producen en la brotación y durante la fase de maduración. Los efectos negativos de la deficiencia de potasio en la calidad pueden producirse incluso antes de que se observen síntomas visuales. El contenido de azúcar de las uvas se reduce, la acidez permanece alta y la síntesis de compuestos fenólicos es limitada. Para una aplicación eficaz del potasio, se recomienda aplicar una media de unos 60 - 80 kg/ha/año, dependiendo de la variedad y el método de producción.
Se sugiere tener un equilibrio en las aplicaciones de potasio y magnesio sobre la base del análisis petiolar de la relación K/Mg. Esto evita la competencia entre estos dos elementos por la absorción por las raíces. Los oligoelementos juegan un importante papel fisiológico en todos los metabolismos de las plantas, como la fotosíntesis, la respiración y el transporte de energía. La carencia de hierro se produce con mayor frecuencia y está relacionada con el cultivo de la vid en suelos calcáreos, en los que el hierro permanece ligado al suelo debido a un elevado pH y, por lo tanto, no está disponible para las plantas.

La bioestimulación (por ejemplo, Basfoliar® Kelp SL) en la uva de mesa comienza con la correcta fertilización del suelo, con programas completos de fertirrigación con Hakaphos® o NovaTec® Solub. Para la aplicación foliar se recomiendan Basfoliar® Bor SL y Fetrilon®.