Berenjenas
El cultivo de berenjenas desarrolla un follaje abundante. Una fertilización óptima es la base de una alta productividad. Requiere altas cantidades de nitrógeno, fósforo y potasio. El fósforo y el potasio deben aplicarse durante las primeras etapas. El nitrógeno debe fraccionarse en 3 ó 4 aplicaciones. El cultivo es muy sensible a las carencias de magnesio pero no tolera altos contenidos de calcio en el suelo. La berenjena puede acumular grandes cantidades de magnesio sin mostrar síntomas de toxicidad y también responde bien a las aplicaciones de boro. La berenjena es muy sensible a la escasez de agua y a la B.E.R. (Blossom End Rot), por lo que las aplicaciones de Kamasol® Aqua cada 2-4 semanas a una tasa de 2 l/ha como mejorador de riego mejora mucho el rendimiento de los cultivos. Las primeras etapas pueden manejarse con Hakaphos® Calcidic Plus NPK (14-6-15+15CaO) y en el cuajado debe utilizarse Calcidic Plus K (14-5-24+10CaO).